En el contexto actual de las relaciones laborales y empresariales la resolución de conflictos se ha vuelto un tema desafiante. Esto tiene sentido: a medida que el mundo se ha transformado, la naturaleza de los conflictos ha evolucionado debido a la complejidad y el dinamismo de las relaciones humanas, haciéndolos más difíciles de gestionar y resolver.
Este es el motivo por el cual cada vez más personas recurren a métodos alternativos y holísticos que van más allá de las técnicas tradicionales, que ante nuevos panoramas resultan deficientes. Un ejemplo de estos métodos son la videncia y el manejo de energías, que demuestran un impacto transformador allí donde son aplicados. Profundiza sobre ellos y su aplicación en esta nota.
Trascendiendo el concepto de conflicto a través de una perspectiva energética
Tradicionalmente, los conflictos han sido abordados desde una perspectiva racional, enfocada en la comunicación y la negociación. Sin embargo, desde el punto de vista energético, los conflictos se entienden como desajustes o bloqueos en el flujo de energía que interfiere con la armonía personal y colectiva. Estos bloqueos pueden originarse en emociones reprimidas, traumas no resueltos, o incluso influencias externas que afectan el equilibrio de una persona.
La videncia como herramienta de diagnóstico para la resolución de conflictos
La videncia, entendida como la capacidad de percibir más allá de los sentidos físicos, es una herramienta valiosa en la identificación de las raíces energéticas de un conflicto. A través de esta práctica es posible acceder a niveles de información que no son fácilmente visibles en la realidad cotidiana. Esto incluye la percepción de patrones kármicos, influencias espirituales, y conexiones energéticas que pueden estar contribuyendo al conflicto.
Mediante la videncia, además, es posible detectar no solo las causas inmediatas de un problema, sino también comprender las lecciones espirituales que se encuentran detrás de él. Este enfoque permite que la resolución del conflicto no solo aborde los síntomas superficiales, sino que también promueva un crecimiento espiritual y un equilibrio energético más profundo.
Resolución de conflictos a partir del manejo de energías
Una vez que se han identificado las causas energéticas subyacentes de un conflicto, el siguiente paso es trabajar en su resolución a través del manejo de energías. Este proceso puede incluir diversas técnicas, como la limpieza energética, la meditación guiada, el trabajo con cristales, la alineación de chakras, entre otros. Cada una de estas técnicas está diseñada para restaurar el flujo natural de energía, eliminando bloqueos y permitiendo que la persona vuelva a un estado de armonía.
¿Cómo incorporar un método de resolución de conflictos basado en estos métodos?
A través de sus dones, sus estudios y sus años de experiencia, Marie Blanc, vidente, consultora empresarial y directora de Inner Journey Lab ha desarrollado un método probado para la resolución de conflictos.
El enfoque aborda los conflictos desde una perspectiva energética y espiritual, promoviendo una comprensión más profunda de quien lo solicita y de otros participantes. Se trata de un proceso que, por su magnitud y profundidad, deriva en un crecimiento personal que permite enfrentar la vida con mayor serenidad, humanidad y claridad.
En Inner Journey Lab, el manejo de energías se realiza de manera personalizada, tomando en cuenta las necesidades y circunstancias únicas de cada individuo. El objetivo no es solo resolver el conflicto presente, sino también empoderar a la persona para que pueda manejar futuros desafíos desde una postura de mayor conciencia y equilibrio.
Además, al sanar las raíces energéticas de un conflicto, se previene la recurrencia de patrones negativos, lo que conduce a relaciones más saludables y una vida más equilibrada. Este enfoque holístico no solo beneficia al individuo, sino también a su entorno, creando un efecto dominó de sanación y armonía.
En Inner Journey Lab, se parte del principio de que todo en el universo es energía, incluyendo nuestros pensamientos, emociones y acciones. Por lo tanto, un conflicto no es simplemente una discrepancia entre dos partes, sino una manifestación externa de desequilibrios energéticos internos que requieren ser identificados y sanados.
En la actualidad sabemos que un conflicto no es simplemente una discrepancia entre dos partes, sino una manifestación externa de desequilibrios energéticos internos que requieren ser identificados y sanados. Entenderlo nos permite tomar decisiones más acertadas y eficientes para resolverlos y trascender hacia mejores estados vinculares.
Si necesitas orientación o acompañamiento para resolver algún conflicto con socios, colaboradores o colegas, no dudes en agendar una consulta uno a uno con Marie Blanc para que realice un diagnóstico y un tratamiento adecuado para las circunstancias.